Esta página dedicada a la Escuadra Grana de la Corporación del Imperio Romano de Puente Genil, y que hoy, con el V.B. de los hermanos que la componen, inicia su caminar por el ciberespacio, no podría dar sus primeros pasos sin remontarnos a los mas remotos tiempos históricos de nuestra singular Semana Santa, e introducirnos en los ancestros de los que fueron los genes de la que en la actualidad es la Corporación del Imperio Romano, y de la que la Decana Escuadra Grana, forma parte. En una palabra, como se suele decir, conocer la historia y sus orígenes.
Para llegar hasta la actual Corporación del Imperio Romano, deberíamos remontarnos al año 1664 en el que aparecen, en el libro de la Cofradía de Jesús Nazareno, los primeros datos referentes a UNOS ARMADOS, cuando se anota que " se pagó 36 reales a un hombre y dos cabalgaduras para traer desde Estepa las armas para los ARMADOS.
Del mismo modo, estos ARMADOS fueron las primeras figuras que aparecen en la procesión del Viernes Santo del 1660, identificando los historiadores Aguilar y Cano y Pérez de Siles a los Armados con los Romanos.
Con el transcurrir de los años, el que fuera Director del semanario local El Aviso, D. Baldomero Gimenez, publicaba en 1919 la posibilidad de que La Chusma fuera los primeros armados que tomaron parte en las procesiones de Puente Genil, hasta que pasado el tiempo, se organizaron los Romanos más lujosos y más numerosos, pasando los Armados a ser la Chusma o Espinaqueros.
Sobre los ropajes que usaron esos primeros armados, el historiador José Segundo Jiménez, al que tanto le debe Puente Genil por sus prolíferas publicaciones históricas de nuestro pueblo, nos apunta que los primeros datos que había encontrado se remontaban al 1696, al contabilizarse 5 reales de 2 varas y media de encaje y otro tanto de listón para los calzones del capitán, calzones que en las cuentas ( libro de la cofradía de Jesús ) del año 1706 se detalla que son de raso y con forros.
Avanzando en el tiempo, allá por 1721, en el libro de cuentas de Jesús se especifica, según también recoge José S. Jiménez, que se gastaron en unas plumas que se compraron para la visera del capitán 12 reales, así como en el año siguiente se especifica que las cuadrillas de soldados eran dos y apuntando en 1728 que las citadas viseras de los soldados eran de hojalata.
Concluyendo este primer embrión de lo que fue, o pudo ser , la que en la posteridad sería la actual Corporación del Imperio Romano, vemos que ya en las primeras décadas del siglo XVIII, los entonces ARMAOS ya lucían los primeros plumeros y cascos que hoy lucen las escuadras del Imperio. ( CONTINUARÁ )
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