Hoy viernes día 3 de abril de 2020 ( Viernes de Dolores ) y partiendo del Cuartel de las Cien Luces, a partir de las las 21:00 horas aproximadamente, tendría que celebrarse la tradicional y añeja costumbre de los hermanos de las Cien Luces, como El Día de la Campanita de Jesús, donde los hermanos recorren juntos las calles por las que pasará el Terrible el Viernes Santo, acompañados de su sin par y sonora campanita y lo que se llama ALFARJÍA o vara larga que serve para comprobar la altura de cables o cualquier otro obstáculo que pueda estorbar en la procesión del Viernes Santo.
Sin duda alguna un recorrido sentimental donde se realizan las típicas paradas para entonar cánticos y saetas y echar un buen rato en armonía y hermandad. cantando las típicas coplas y cuarteleras durante el trayecto.
Por tal motivo, hemos querido rendir un pequeño y modesto reconocimiento a esos MUÑIDORES en las personas de ( D. Juan Cuadra, D. Juan Cejas Luna y D. José Ruiz Morales ) de la típica campanita que años tras años a lo largo de la historia de nuestra Semana Santa , han venido tañiendo de forma tan singular, el anuncio de las distintas procesiones de la Semana Santa Pontana.
Seguidamente reproducimos los versos que D. Francisco Pérez Solano dedicó en el año 1961 a la persona del que fuera tantos.. y tantos años Muñidor de la Campanita D. Pascual Cuadra
LA CAMPANA DE PASCUAL
Un sonido, alegre, prolongado, altivo,
va arrojando por las calles la Campana,
y sus ecos dulces, que jamás olvido,
son destellos que anuncian " La Semana ".
Mas hay veces, que olvidando su destino
vuelve en notas tristes su alegre tañir,
y yo que de los años conozco el camino,
conozco las causas que le hacen gemir.
Hace ya varios años..... ella era dichosa;
ya que las manos de Pascual, su amigo,
la movían con tal rapidez y soltura,
que nadie, podría decir, que al abrigo
de tanta energía, y de risa pastosa,
se ocultaba triste, su pobre cordura.
Mas.... la muerte, ( Majestad Suprema ), llega,
y en sus brazos llevose al pobre Pascual,
que toda noticia de muerte cundiera,
que siempre reía, que nunca hizo mal.
Por eso, ella, que quien sabe, es tan solo
de todo el cariño que entre ambos tenían, llora,
y sus luengos llantos, por ser irreales,
no los diferencian de los naturalres
( que por otras manos, movida, entona)
nada más, que el viento... las casas... y el bobo.
Marzo de 1961 ( Francisco Pérez Solano )
No hay comentarios:
Publicar un comentario