Tal día como hoy 2 de abril de 1925, pasadas las 21:00 horas, todas las campanas de las iglesias del casco antiguo comenzaron a tocar anunciando la existencia de un incendio.
Ante esta alarma, todos los vecinos comenzaron a preguntarse dónde se había producido el incendio, hasta que se dieron cuenta de que el fuego procedía de la Ermita del Dulce Nombre , dirigiéndose hacia el sagrado templo para socorrer y ayudar en su extinción .
Los hechos habían ocurrido en el transcurso de la celebración de los Cultos de la Hermandad de Nuestra Señora de Las Angustias en la Ermita del Dulce Nombre, en los que una de las velas ( mal apagada ) había prendido fuego al altar y ardía todo el grupo escultórico de dicha Hermandad.
Dada la premura de tiempo y la cercanía de la Semana Santa, ese año de 1925, la Hermandad, en su fe y desvelo de realizar la estación de penitencia en la noche del Viernes Santo, decidió procesionar una imagen de la Virgen de Las Angustias que existía en la Capilla Dorada de la Parroquia de la Purificación
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